lunes, 22 de noviembre de 2021

GABRIEL PAIZY DAMIÁN Y EL HURACÁN MARÍA

El viernes 24 de septiembre tuvimos la oportunidad de conocer a Gabriel Paizy Damián, profesor y director de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de la Universidad del Sagrado Corazón, en Puerto Rica. Paizy se acercó hasta nuestra clase para hablarnos de las consecuencias del huracán María y su cobertura en los medios de comunicación.

Puerto Rico es la última colonia en el mundo. Es un estado libre asociado, por lo que sus ciudadanos se consideran estadounidenses de segunda clase. No votan por el presidente y tienen un representante en el congreso con voz, pero sin voto. En Puerto Rico está vigente la ley de cabotaje, que impide la entrada de barcos que no sean estadounidenses.

El huracán María llegó a Puerto Rico el 20 de septiembre de 2017 con vientos de hasta 250km/h durante siete horas. Tras su paso, se produjo una crisis de infraestructuras: se destruyeron carreteras, puentes, edificios... Solo seis mil kilómetros de carretera de los 27.000 que hay eran transitables. Fueron unos daños valorados en 94 mil millones de dólares. Además, el aeropuerto estuvo dos días cerrado y durante una semana solo recibía diez vuelos diarios.

El huracán María arrasó unos 21.000 kilómetros de carretera.

Uno de los mayores problemas que sufrió el país fue la destrucción de sus puertos y transportes marítimos. Esto tuvo un fuerte impacto económico, ya que era la principal entrada de recursos. Los puertorriqueños tuvieron que vivir sin electricidad durante casi un año, ya que el país perdió el 80% de la red eléctrica. Tampoco había agua potable. Los suicidios aumentaron un 29% y mucha gente tenía que enterrar a los muertos en los jardines de sus casas.

La economía se vio resentida con el paso del huracán.

En el tema de las comunicaciones, Puerto Rico quedó totalmente incomunicado del resto del mundo. No había televisiones, radio, internet... El 95,6% de la infraestructura de móviles estaba destruída. Los puertorriqueños no sabían lo que estaba pasando porque no había periódicos. Todas las estaciones de televisión y radio estaban destruidas, excepto una. El resto del mundo sí que conocía lo que estaba pasando en Puerto Rico. Tenían más información que los propios puertorriqueños. La isla tuvo que volver a lo básico: escuchar la radio y llamar por teléfono fijo. A las dos semanas de la tragedia, comenzaron a llegar los suministros a la isla y el mundo se olvidó de ellos. Les costó más de un año volver a la normalidad.

Un episodio que ofendió a todos los puertorriqueños fue el gesto que tuvo Donald Trump con los desfavorecidos. En su visita a la isla con su mujer, el que era el presidente de los Estados Unidos comenzó a tirar papel higiénico de forma burlona a los necesitados. Fue una terrible humillación para todo el país. Ya Trump no tenía muy buena fama porque no dejaba de manipular los datos. En una ocasión afirmó que tras el huracán solo había 15 fallecidos y que los medios publicaban fake news. En realidad, hubo miles de muertos. A continuación, os comparto el video donde se ve el acto humillante de Donald Trump:

Gabriel Paizy aseguró: «Las cicatrices del huracán ya están prácticamente sanadas; las que quedan son más emocionales que físicas». Sin duda, unas palabras que describen perfectamente la situación que se sigue viviendo en la isla años más tarde. Los puertorriqueños han demostrado una solidaridad extraordinaria ante esta situación y han sabido paliar de la mejor manera posible la mayoría de daños que se han sufrido. Aun así, seguramente no estén preparados para otro huracán de este calibre. Gracias, Paizy, por acercarnos de una forma tan real a un problema que todavía sigue muy presente.

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