¡Bienvenidos un día más a mi blog! El mes de diciembre lo empezamos cargados y es que tuvimos la suerte de contar con la visita de un invitado muy especial: Eduardo González Vega. ¿Queréis saber de qué nos habló? ¡Quedaros!
Para quienes no lo conozcáis, Eduardo es profesor en la Universidad Camilo José Cela y experto en comunicación política. Él también pasó por las aulas de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid para cursar el grado de periodismo. Era de los típicos alumnos que siempre asistían a clase, aunque se sentaban en las últimas filas. «Ahora me arrepiento porque debí aprovechar más aquella etapa», asegura. Su sueño era ser periodista deportivo. Tuvo la oportunidad de trabajar en Onda Móstoles, Cadena Ser y en algunos programas de televisión.
Eduardo ha colaborado en diferentes programas de televisión sobre política. |
Actualmente, trabaja como profesor en la Universidad Camilo José Cela, estudia un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid y hace consultoría política en el Centro Internacional de Gobierno y Marketing Público. Su especialidad es el media training, que consiste en saber cómo colocar el mensaje en los medios.
«Me ha gustado eso que ha dicho vuestro profesor de dar poder a los alumnos. La sociedad necesita y quiere hacer más, pero después no ocurre así cuando le dan la oportunidad. Para mí, la vida va de aprovechar o desaprovechar esas oportunidades. Tenéis que decidir qué perfil queréis ser: ganadores o perdedores».
González asistió a nuestra clase para mostrarnos el mundo de la comunicación institucional. Trabajar en la comunicación política es sinónimo de trabajar desde un punto de vista cercano al poder. Esto requiere mucha responsabilidad. Se hace desde un punto de vista técnico en política, pero también en comunicación. Algo fundamental dentro de este mundo es la ética. Hay mucho nicho de mercado en este tipo de comunicación porque casi ningún profesional quiere dedicarse a eso.
La comunicación es muy poderosa. Todo está en la cabeza de los seres humanos, incluso los propios sentimientos. Lo que consiguen los comunicadores efectivos en el siglo XXI, sea cual sea su sector, es que la gente vea la realidad desde el punto de vista que le interesa. Se trabaja siempre para mayorías. Esto se conoce como Teoría del framing -los conocidos como «marcos mentales»-. Si en mitad de un debate se habla del tema que a una persona le interesa, este tiene más opciones de ganar en la discusión. Siempre hay que generar marcos mentales, encuadrando la realidad. Estos se diseñan utilizando las palabras adecuadas, que en pleno siglo XXI siguen siendo mágicas.
La cabeza de cualquier ser humano está dividida en dos sistemas: El sistema 1 se basa en actuar rápido, sin pensar mucho; en el sistema 2, hay que hacer el esfuerzo de pensar, es decir, es donde las personas deciden. El 1 genera impresiones que condicionan al sistema 2, contaminándolo. Las emociones contaminan el criterio. «Primero, se siente. Después, se piensa, pero sobre lo que alguien nos ha hecho sentir», explica Eduardo.
La comunicación de cualquier ámbito está relacionada directamente con el cerebro de las personas, por lo que todo periodista tiene que saber cómo funciona. González nos habló de seis grandes problemas:
- El cerebro es perezoso:
El cerebro reacciona al priming. Si se generen los impulsos adecuados, las personas toman decisiones en base a lo que sienten. Todos creen que deciden libremente, pero realmente se piensa lo que otros quieren -excepto si se tiene el cerebro muy abierto y despierto-.
- Las asociación de ideas:
- La facilidad cognitiva:
- Queremos conclusiones rápidas:
- Los juicios:
- Las ilusiones:
Y como ya es típico, me gustaría compartir con vosotros ua frase que me ha marcado en esta charla:
«Las cosas pueden hacerse bien o como siempre»
Espero que hayáis aprendido mucho y os haya resultado interesante todo lo que Eduardo nos ha querido transmitir.
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