domingo, 14 de marzo de 2021

CONOCIENDO A... ¡ARTURO GÓMEZ QUIJANO!

¿No os lo esperabais? Imaginaros cómo nos quedamos nosotros cuando el jueves, en la clase, nos dijo que el invitado sería él. Y pensaréis: ¿Qué tiene que contar un profesor de universidad? Muchísimo más de lo que os pensáis. ¡Nosotros nos hemos llevado una grata sorpresa y un gran aprendizaje de esta charla! ¿Queréis conocer un poco más a Arturo? ¡Os lo cuento en este post!

Arturo nació en Ferrol (A Coruña) en una familia humilde y en una época donde Galicia sufría las duras consecuencias de la dictadura franquista, como la emigración por falta de empleo. Con muy poca edad nació su vocación por el periodista de la mano de uno de sus mayores referentes, Miguel de la Cuadra-Salcedo. Se enamoró de las selvas, guerras o viajes a los que acudía y que retransmitían en televisión. Se dio cuenta que lo que le gustaba del periodista "era estar donde pasaban las cosas" y ser "co-protagonista de la historia". 

En Galicia no había facultad de periodismo y, en 1979, solo había una universidad en Santiago de Compostela. Por falta de medios y recursos, no podía irse a Madrid a estudiar la carrera de periodismo, por lo que comenzó a estudiar derecho porque su abuela paterna quería que fuese notario como su abuelo. Arturo afirmó sobre esto: "Están tus planes y está la realidad, y cuando la realidad no coincide con tus planes, tienes que cambiar tus planes". 

Su experiencia en el Colegio Mayor de Santiago de Compostela donde residía fue una de las mejores de su vida. Guarda muy buenos recuerdos de aquellos años. En ese momento, sus padres se mudan a Madrid y él pide un traslado d expediente a una universidad de la capital. A esto se sumó que, en mitad del curso, le pidieron que abandonase el Colegio Mayor, lo que le permitió continuar sus estudios de derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. En su estancia en la capital española, durante la época de los exámenes finales de la universidad, sufrió un accidente, por lo que no pudo realizarlos. 

En esa misma época, tenía que ir a la mili, pero se podía hacer una prórroga por estudios. Él se interesó por saber en qué zona le había tocado realizarla y, al enterarse de que era en Madrid, anuló la prórroga para dedicarse a hacer la mili. A todos sus compañeros les llegaba la carta. Sin embargo, a él no, por lo que tomó la iniciativa de ir a preguntar. Se enteró de que había un error y su destino final no era Madrid, sino Tenerife, y tenía que marcharse un año y medio. Se cabreó mucho ante la situación. Él mismo lo describió como "una rebelión ante la falta de libertad, de elección y de decisión" y afirmó que es "una constante en mi vida". 

Se marchó trece meses a la mili. Cobraba 600 pesetas y, en alguna ocasión, le quitaba una parte para arreglar algún desperfecto. Afirmó que parte de su familia pertenece al mundo del ejercito y él pudo vivir lo que es esta institución por dentro. A pesar de las circunstancias, disfrutó mucho de la experiencia, aunque también sufrió. "Es una experiencia que me cambió", afirmó.

El 11 de noviembre de 1982 voló de Tenerife a Santiago, donde se encontraba su madre por motivo de la visita del Papa a la ciudad gallega. Poco después volvió a Madrid gracias a que su madre le consiguió el traslado de expediente de derecho en la Autónoma a periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. "Una madre no tiene sustitutivas", dijo emocionado recordando el momento. Cuatro años después consiguió entrar en la carrera de sus sueños, a pesar de todo lo que tuvo que luchar y sufrir. "La perseverancia es imbatible", afirmó. 

El primer año en la facultad fue maravilloso. Se enamoró de la universidad, de los catedráticos... Sacó muy buenas notas e, incluso, un profesor le prometió una Matrícula de Honor, que no le puso. Por eso mismo, el primer día del segundo curso se presentó en el despacho del profesor e hizo que le pusiese la Matrícula. Además, el profesor le ofreció un puesto de trabajo en una pequeña emisora que estaba creando en Pozuelo de Alarcón, Forma 100 FM. Él no tenía experiencia en radio y el profesor le recomendó unos cursos, que resultaron ser una estafa. Pusieron en marcha la radio y Arturo llevó a gente de la universidad que creía que eran buenos para trabajar allí. Al final, con mucho esfuerzo y sacrificio, pasó de ser el chico de los recados a subdirector. Incluso se inventó el nombre de Radio Oeste de Madrid. Su empresa actual se llama Zonawebste en honor a aquellos tiempos.

En el tercer curso de la carrera se quedó a medias porque no tenía tiempo para ir a la facultad debido a la cantidad de trabajo y horas que dedicaba a la radio. Además, cuando tenía tiempo de asistir, muchos profesores no se presentaban. Esto hizo que se decepcionase con la facultad y prefirió quedarse con el mundo del trabajo, dejando de lado sus estudios.

En 1995 perdió el trabajo de su vida como Jefe de la oficina de prensa en español de la FAO. Quedó como uno de los tres finalistas, pero no lo cogieron por no tener el título universitario. Con esto se dio cuenta de la importancia del título y, a los 35 años, volvió a la facultad a terminar la carrera que había empezado. Se podría decir que tardó 16 años en terminar la carrera. En la actualidad, trabaja como profesor asociado en la misma facultad.


Creo que es de las historias de superación y de conseguir los objetivos que más me ha gustado. Me he sentido afortunada de poder escuchar lo que este profesor ha tenido que superar para poder llegar a donde él siempre ha soñado. Al final, el camino puede ser complicado e, incluso, desviarse, pero al final se puede llegar a la meta que siempre soñamos. Esta historia es un ejemplo de ello. 

Es de esas historias en las que te sientes identificado desde la primera hasta la última palabra. Muchos de nosotros hemos pasado situaciones similares y, gracias al esfuerzo constante, hemos podido llegar hasta la meta que buscábamos. En mi caso, gracias a mi madre y todo el empeño que ha puesto, he podido entrar en la carrera que quería, a pesar de que muchos profesores me decían que esta carrera no era para mí porque era "tonta". Algún día quizás sea yo la que le cuente mi historia a los demás, ¡quién sabe! 😜 Y ojalá ser algún día profesora de universidad como él.

Espero que hayáis disfrutado leyendo esta historia tanto como yo escuchándola. Os dejo un par de frases de Arturo que me han inspirado mucho y seguro que a vosotros también:

"No puedes renunciar a tus objetivos, ideas y deseos. Si renuncias a lo que aspiras, ya has perdido"


"Si tienes una actitud adecuada, puedes aprender de todo lo que te pasa. Hay que suspender el juicio de lo que te apetece, de si está bien o mal, sin juzgarlas, observarlas y aprender de ellas"

¡Muchas gracias por leerme un día más! Y muchas gracias a Arturo Gómez Quijano por compartir con nosotros una parte de él y regalarnos tantos consejos y maneras de ver la vida. 

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